lunes, 23 de marzo de 2009

ARTE



La tarea de travestirse, no consiste solo en ponerse una faldita, calzarse unos taconazos y tocarte con un pelucón.


Es mucho mas que eso. La búsqueda de una apariencia femenina tiene que solventar infinidad de obstáculos. Estos son, los que diferencian la morfología entre el hombre y la mujer.

Piernas, pechos, garganta, genitales, cejas, caderas, espalda, manos...
Si el resultado es aceptable, es decir, si "da el pego" se puede denominar obra de arte, que, como las estatuas en la arena, es efimero.

Hay tantas diferencias anatómicas entre el hombre y la mujer, que tendré que hacer una gran cantidad de entradas en el Blog, cada una de ellas dedicadas a esa parte del cuerpo a feminizar, para contar esos pequeños "trucos" que empleo para conseguir caderas o un pecho natural.

Ya os iré contando.

1 comentario:

Carol Carr dijo...

Veo que eres una iniciada en el antiguo culto de las tierras de Lidia... alzo, pues, mi tirso en tu honor... Entonemos juntas el Evohé...!